GAIA: la historia detrás del nombre (primera parte)

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La primera GAIA fabricada en Italia luciendo una particular decoración con la que realizó viajes de prueba y exhibición.

Cuando en 1956 tiene lugar la disolución de la Fábrica Argentina de Locomotoras, interrumpiéndose con ello la construcción de máquinas de 2400 HP, ya estaban en el país los 80 motores FIAT que las equiparían. Por su parte, la flamante planta Grandes Motores Diesel de FIAT, en Córdoba, comenzaba a fabricar los primeros motores de producción nacional que completarían las casi 300 unidades que contemplaba aquel proyecto.

En medio de una acuciante necesidad de material tractivo, y buscando dar un uso apropiado a estos motores, la entonces Empresa de Ferrocarriles del Estado Argentino formaliza con el consorcio GAIA (iniciales de Grupo Aziende Italiane Argentine) un contrato por el diseño y construcción de 280 locomotoras en dos versiones, una de 1300 HP de potencia (obtenidos por la sobrealimentación doble del motor) y otra de 1050 HP, de sobrealimentación simple. El equipamiento eléctrico sería provisto por Marelli, Breda, Ansaldo y CGE de Italia y Siam Di Tella Ltda. de Argentina.

Presentación en la estación Retiro de las dos primeras GAIA, luciendo la decoración que con algunas variantes se aplicaría desde entonces a todas las locomotoras diesel de los ferrocarriles argentinos.

Las primeras 80 unidades se produjeron íntegramente en Italia entre 1962 y 1963, recibiendo una de ellas una vistosa decoración en colores azul, gris, amarillo para realizar diversos viajes de prueba y exhibición. Identificada inicialmente como D.236 y luego D.E. 3407, una vez en nuestro país recibió el número 5203.

El montaje local tuvo lugar en la planta de la firma Cometarsa en la localidad de Campana y durante el periodo de garantía -incluso antes de recibir su decoración final- se acoplaban de a pares a la cabeza de los trenes Nro. 1516/1517 (Retiro – Tucumán y regreso) para comprobar sus prestaciones y corregir eventuales desperfectos antes de su puesta en servicio definitiva.

Las 150 unidades de 1300 HP fueron destinadas en su totalidad a la línea Mitre, que impulsó con ellas la diselización de sus principales servicios en vía principal. A estas unidades (que recibieron la numeración 6201 a 6350) les cupo el privilegio de haber inaugurado la decoración en colores rojo, amarillo y carmín que mas tarde se adoptó (con algunas diferencias) para todas las locomotoras diesel de los Ferrocarriles Argentinos.

Una GAIA sin identificar a cargo del servicio Retiro – Rosario Central cruzando el Río Tala en una foto institucional de Ferrocarriles Argentinos [Clic para ampliar]
Las 130 locomotoras de 1050 HP, por su parte, fueron repartidas entre las cuatro líneas de trocha ancha, a saber:

  • El San Martin recibe nuevas las locomotoras 5267 a 5290 (según la numeración, asignadas al Mitre) que emplea en los trenes locales de pasajeros, carga local y maniobras.
  • El Roca recibe en 1969 veinte locomotoras (numeradas 5001 a 5020) que destina a la sección local. En 1971, además, recibe algunas unidades del Mitre y otras del San Martin con las que amplía la operación a los ramales al sur de La Plata, carga local y maniobras.
  • El Sarmiento, por su parte, recibe las unidades 5571-5590 en 1968 y las emplea con poco éxito en algunos servicios interurbanos y principalmente en la maniobra. En 1971 finalmente transfiere la totalidad al Roca.
  • El Mitre recibe 66 unidades (5201 a 5266) siendo empleadas principalmente en los servicios de pasajeros entre Retiro y San Pedro como así también en la carga local y la maniobra. En 1970 transfirió algunas de sus unidades al Roca y tiempo después recibió también parte de las originalmente asignadas al San Martin.
Una GAIA con numeración del Sarmiento llegando con un local a Plaza Constitución a principio de los ’70

Con el correr de los años fueron recibiendo diferentes reformas por cuestiones operativas o simplificación de las tareas de mantenimiento. Así por ejemplo a muchas unidades se les anuló el sistema que permitía girar los paragolpes para posicionarlos en receptáculos ubicados detrás de los faldones, rebatiéndose ahora por su parte superior.

También se les retiró la protección de alambre que cubría el tanque de combustible en su parte inferior y solía acumular pastos secos con el consiguiente riesgo de incendio por las chispas generadas durante el frenado. A muchas unidades se les agregaron también ojales extra en los frentes para facilitar el izado en talleres y se les retiraron algunos de los areneros que traían de fábrica.

Cabe mencionar también en este sentido la reforma de los miriñaques, quitando la sección inferior calada que dificultaba la labor de los cambistas y la anulación de los numeradores de vidrio transiluminados en el extremo del capó largo y los laterales de la cabina de conducción. [Leer la segunda parte]

Tren de la línea Mitre con la GAIA 5208 a la cabeza cruzando el paso a nivel de la Av. Santa Fe en noviembre de 1968. Foto de Greg Sommers.