A fines de los años ’40 son nacionalizados los transportes, liquidando la anacrónica Corporación y dando lugar en 1952 a la nueva Transportes de Buenos Aires, que procura dar nuevo impulso a la red tranviaria renovando y recarrozando viejos coches a las versiones Tassara, Vail, Catita y Estomba.
El motorman conducía sentado en un sillín metálico tapizado en cuerina verde, de altura regulable y removible lo que permitía también conducir el tranvía de pie. A su izquierda se ubicaba el controller o combinador de marcha, y a la derecha la manivela metálica del freno de mano. Desde su posición, además, podía comandar la apertura de las puertas ubicadas junto a él, mediante sendas manijas que facilitaban la maniobra. No existía entre las plataformas y el salón la tradicional mampara de madera con vidrio característica de los modelos más antiguos. Contaba con dos filas de asientos dobles rebatibles, más otros cuatro fijos ubicados en los extremos del salón en forma longitudinal. Todos eran de tablillas de madera barnizada y alternadas en dos tonos.
La producción en serie comenzó en 1957 que continuó en forma ininterrumpida hasta 1963, sumando 350 unidades que ocuparon las series 3300, 3400 y 3500. La mayoría fueron asignados a las estaciones Vail y Las Heras y en menor cantidad Barracas y Caridad. Su color exterior era aluminio con una banda de color azul debajo de las ventanillas. Hacia 1961 esta banda cambió de color, identificando la estación de pertenencia de cada vehículo (Vail: verde oscuro; Las Heras: Celeste; Barracas: Ocre; Caridad: Marrón oscuro), llevando en todos los casos el logotipo identificatorio de TBA.
Cuando a fines de 1962 se eliminan la mayoría de las líneas tranviarias de Capital, muchos fueron transferidos a la ciudad de La Plata (que mantuvo el servicio tranviario activo hasta 1966) y otros a las líneas 51 y 52 de Lanús este, que funcionó hasta 1964. Por otra parte, muchos vehículos no llegaron a entrar en servicio y fueron desguazados sin usar o terminaron sus días como aulas de escuelas o viviendas de emergencia. En los años 90 una de estas carrocerías fue localizada por la Asociación Amigos del Tranvía en el establecimiento educativo de las Hermanas de la Resurrección de Lanús y con un truck recibido en donación de la Municipalidad de Montevideo procedió a la hercúlea tarea de su restauración, lo que le permitió sumar a su flota colección un legítimo tranvía porteño. Así, desde el 18 de noviembre de 2000, el «FM» 3361 forma parte de la flota colección activa de la reconocida institución y suele ser visto paseando su plateada silueta por el barrio de Caballito.
