Del Ferrocarril La Plata al Auto-Riel: desventuras de un tranvía con alma de tren

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Poco después de haberse fundado la ciudad de La Plata en 1882, se establecieron en la localidad de San Ponciano los mataderos que proveían de carne a la nueva capital provincial y darían nombre a la estación que algún tiempo después emplazaría el Ferrocarril Oeste: Abasto.

Con el propósito de proveer de un modo de transporte eficiente entre ambos puntos (ya que los días de lluvia los caminos se tornaban intransitables), el 23 de julio de 1900 el estado municipal sancionó la ordenanza que autorizaba la construcción de una línea ferroviaria de trocha tranviaria (1.435 mm) cuyo tendido estuvo a cargo del Ing. Faustino Krausse.

Traza del Auto Riel entre el centro platense y la localidad de Abasto. Fuente: La Plata Mágica.

La línea, construida con rieles usados que fueron donados por la provincia, comprendía un total de 23 km con diez estaciones: Colegio Nacional, Plaza de Armas, La Loma, Los Hornos, Las quintas, La Granja, Las Chacras, Melchor Romero, 19 de noviembre y Abasto.

Para la tracción se adquirieron al Ferrocarril Central de Uruguay dos locomotoras de rodado 4-4-0 fabricadas por Taunton de Estados Unidos que tras 30 años de usos se encontraban apartadas de servicio en estado regular. Esto permitió al enviado municipal Manuel Castañón pagar un precio inmejorable: apenas 2000 libras por ambas. Y así, Clementina y Maroñas (tales eran sus nombres) viajaron de Uruguay a La Plata.

La «Clementina», ya retirada de servicio.

El material remolcado comprendía 3 coches de pasajeros, 2 furgones y 24 vagones de carga cuyo origen se desconoce. Diez años después el parque había ascendido a 4 coches y 52 vagones.

El servicio se libró al público el 1 de octubre de 1902 con el pretensioso nombre de «Tranvía a Vapor de La Plata a los Corrales de Abasto», siendo un curioso caso de propiedad conjunta entre la municipalidad y un grupo de accionistas. En 1905 estos últimos propusieran la compra a la municipalidad, lo que se oficializó en noviembre de ese mismo año modificando el nombre por el de Tramway Provincial recibiendo además autorización para prolongar la línea a Tandil (pasando por Chascomús) y al puerto de La Plata. En línea con estos ambiciosos objetivos, en 1907 vuelve a cambiar su nombre por el de Ferrocarril La Plata y adquiere una nueva locomotora de igual rodado que las anteriores a la firma americana Lima.

La imposibilidad económica de cumplir con esos propósitos promueve su venta a la Provincia en 1912, que lo incorpora al Ferrocarril Puerto de La Plata al Meridiano V (todavía operado por un consorcio franco-belga) con el objetivo de vincular ambas redes a partir de la construcción de un enlace en La Plata y un pequeño ramal desde Etcheverry hasta Abasto, generando así un circuito por los suburbios de la ciudad. Esto hubiera requerido un cambio de trocha del F.C. La Plata, o bien el tendido de un tercer riel para dar servicio con con el material de trocha métrica del ferrocarril Provincial.

Vehículo construido por CATITA para el Auto Riel platense [Clic para ampliar]
Sin embargo nada de esto ocurrió y en 1916 la explotación pasó al Ministerio de Obras Públicas provincial que en 1930 lo transfirió nuevamente a la municipalidad con el nombre Servicio Municipal de Auto Riel incorporando para su operación pequeños vehículos tranviarios con motor de combustión interna.

En 1936 se estableció una línea de colectivos que complementaba el servicio del Auto-Riel, y al que finalmente terminaría reemplazando en 1948. Finalmente, en 1959 esta línea (que llevaba el número 60) fue transferida a una cooperativa que llevaba por nombre «Cooperativa ex obreros del Auto Riel Limitada» que operó hasta 1966, desapareciendo con ella todo vestigio (incluso el nombre) de aquel curioso servicio tranviario nacido a instancias de la nueva capital bonaerense.

El auto riel en sus últimos tiempos atravesando la zona de quintas platenses en una foto de Arnold I. Reid