De la Colón al eléctrico: tracción en los servicios suburbanos del F.C. Sud/Roca (segunda parte)

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Con la incorporación en 1890 del ramal del Ferrocarril Oeste a Cañuelas y zonas aledañas a La Plata y Temperley en 1902, el Sud incrementa un tercio las vías que componen su zona local, con la consiguiente necesidad de replantear horarios, prestaciones y parque tractivo.

Si a todo esto sumamos una extraordinaria cosecha entre los años 1904 al 06, estabilidad económica y nuevas líneas por la provincia, crean un ajustado parque tractivo al FC únicamente solucionable con incorporación de nuevas locomotoras. A su vez el nuevo polo de desarrollo comercial creado por el puerto de Ingeniero White en Bahía Blanca obliga al FC Sud a transferir las locomotoras clase I ya descriptas a esta zona y en 1906 compra 34 locomotoras tipo 2-6-2T clasificadas 8A para los servicios suburbanos del Gran Buenos Aires.

La tradición ferroviaria cuenta que estas locomotoras fueron originalmente construidas para la India, pero un cambio de política hizo que finalizaran en el FCS. Existe sí una demarcada similitud entre éstas y sus hermanas indias, pero el autor no conoce datos concretos si fueron o no inicialmente construidas para ese país. Fueron quizá las locomotoras más útiles y longevas del Sud, sobreviviendo la clase completa hasta 1978 prácticamente sin ningún tipo de alteración salvo la incorporación de recalentadores y sistema de combustible a petróleo en los años 20. Corrieron todos los servicios suburbanos hasta 1912 y no fueron totalmente desplazadas sino hasta 1925 cuando se las asignó a trabajos de maniobras y viajes cortos con trenes vacíos de pasajeros y carga local. Varias fueron transferidas a Bahía Blanca como pilotas donde también se incorporaron al servicio local hasta la desaparición de estos a fines de la década del 60.

En 1912 se incorporan al servicio las locomotoras clase 8C, duplicadas de la clase 7D mixtas con ténder. Tal era para esa fecha el crecimiento de los servicios que el FCS se vio en la necesidad de cuadruplicar la vía hasta Lanús en 1913 y ya se hablaba seriamente de electrificar sus líneas locales, al igual que en el FCCA, Tan convencidas estaban las autoridades que estas locomotoras tenían la parte posterior a la casilla abulonada al resto de la estructura, para una fácil conversión a clase 7D y utilizarse en servicios de media y larga distancia. No sabían sin embargo que debían esperar 70 años más hasta que se tomase la decisión final sobre la concreción de estos trabajos.

Y así llegamos a 1925, año en que la red local toma la forma actual, con la importante mejora de un máximo de 19 toneladas por eje. Junto a ello el Ingeniero Saccaggio introduce la era de los tres cilindros en el ferrocarril Sud con la incorporción de las locomotoras suburbanas clase 8E. Esta serie creció hasta 1930, hasta completarse el lote de 62 máquinas.

Es menester recordar que ya desde 1893 el FC comenzó con sus experimentos de quemar petróleo, hasta que durante la primera contienda la escasez de carbón hizo que parte de las locomotoras suburbanas comenzase a quemar fuel-oil. Fue en 1921 cuando el Ing. Saccaggio patenta e introduce el “aparato combinado”, quemador de excelente resultado y fácil manejo.

John Poole, muy probablemente nuestro primer historiador de locomotoras, cuestionó que las 8E no hubiesen sido capaz de realizar el trabajo que cumplieron matemáticamente por cuatro décadas, de haber tenido que quemar carbón como combustible dado que la caldera era inadecuada para producir carbón quemando ese combustible. Sin embargo las mismas nacieron petroleras, para lo cual las dimensiones de la caldera son adecuadas. Nunca quemaron otro tipo de combustible, siendo importante destacar que durante la segunda Guerra Mundial ninguna fue convertida ni obligada a quemar mezcla con marlo, ya que tenían absoluta prioridad en el uso del fuel-oil. [Seguir leyendo]

Un local remolcado por una 8E va dejando atrás la estación Remedios de Escalada fotografiado por Ken Mills.