Memorias de cuatro suizos en el Provincial de Buenos Aires (primera parte)

0
667

Coche Motor Surzer del F.C. Provincial de Buenos Aires

A mediados de los años ’30 el Ferrocarril Provincial de Buenos Aires –de propiedad estatal- cursó un pedido a la firma española Babcock & Wilcox por cuatro coches motor diesel eléctricos, con el propósito de experimentar con este tipo de tracción en su línea entre La Plata y el Meridiano V (límite con la provincia de La Pampa). Luego de algunos meses la orden fue transferida a la firma Sulzer Brothers de Winterthur, Suiza, quien cumplió con el pedido en octubre de 1935.

El equipamiento eléctrico estuvo a cargo de Brown Boveri, de Badén mientras que la carrocería y parte mecánica de Christoph & Unmack, de Niesky. La construcción, además, estuvo supervisada por los Luis R. Solari y Vicente Anón Suárez, por entonces administradores del ferrocarril.

Los cuatro vehículos durante su montaje en la planta de Christoph & Unmack, de Niesky

Los cuatro vehículos se numeraron M1 a M4 y llegaron luciendo una decoración compuesta en colores ocre y crema. Algún tiempo después, por iniciativa del ferrocarril, fueron decorados en cuatro combinaciones diferentes (mientras que la parte que abarcaba las ventanillas era en todos los casos color crema, los colores para cada coche en la parte inferior eran azul, rojo, verde y ocre).

Dado que en toda la línea las estaciones y apeaderos se hallaban sobre el mismo lado, ambos puestos de comando (uno en cada extremo) se ubicaba sobre el mismo lado.

Pasajeros y personal a cargo sonríen a la cámara una soleada mañana en la estación Carlos Begueríe

El motor diésel estaba montado sobre el bastidor, en un compartimento independiente, con el sector del techo correspondiente removible para facilitar su retiro y montaje.

El coche estaba montado sobre dos bogies, uno de ellos equipado con dos motores de tracción. Las ruedas tenían un diámetro de de 850 mm y las cajas de cojinetes estaban montadas sobre guías verticales con suspensión por dos resortes individuales en cada caja. La amortiguación se efectuaba con un elástico cuyos extremos se sujetaban a las cajas porta cojinetes. La parte central del elástico estaba unida al puente lateral del bogie.

Contaban con un compartimiento de primera clase con 20 asientos fijos (espalda contra espalda) tapizados en cuero y con resortes interiores. El compartimiento de segunda clase tenía por su parte 42 asientos espalda contra espalda, construidos en madera. Además cada vehículo contaba con un pequeño furgón para equipajes y encomiendas.

Cualquier desperfecto en orden de marcha, tales como caída de presión de aceite, sobrecalentamiento e inclusive fisura o rotura de los caños de alimentación de combustible tenían controles automáticos que detenían la marcha del motor.

Pupitre de conducción [Clic para ampliar]
Los controles que el conductor disponía eran el regulador de velocidad, la inversión de marcha, el control «hombre muerto», el silbato, el horario y el freno, que era sistema Westinghouse a aire comprimido y un sistema manual.

Si bien fueron diseñados para remolcar un acoplado y actuar en múltiple, estos proyectos nunca fueron puestos en práctica, aunque sí pudo vérselos remolcar un furgón de equipajes cuando cubrían el servicio Avellaneda – Mira Pampa como así también vagones refrigerados lecheros entre La Plata y Loma Verde. Este servicio tuvo tanto éxito que se debieron reemplazar los coches por trenes completos traccionados a vapor. [Seguir leyendo]