Tras varios años de experimentos con distintos tipos de vehículos autopropulsados en distintos ferrocarriles, en el año 1934 en Ferrocarril del Oeste incorpora el que, en rigor, podemos considerar como primer coche motor de tracción diesel de nuestros ferrocarriles. Construido por la británica Armstrong Whitworth estaba constituido por una unidad motriz de reducidas dimensiones dotada de un puesto de mando un extremo, vinculada a un coche con 50 asientos de capacidad y bar (además de un segundo puesto de mando) mediante un bogie común a ambos vehículos.
La tracción estaba a cargo de un motor Armstrong Sulzer de seis cilindros y 450 HP de potencia, acoplado a un generador Laurence Scott de 660 volts que alimentaba dos motores eléctricos Crompton Parkinson de 130 Kw cada uno.
Identificado como «D.E.1» fue destinado a cubrir servicios entre Once, Luján, Bragado y Pehuajó. Hacia 1943 le fue incorporado un segundo coche intermedio construido por Talleres CATITA lo que permitió ampliar notablemente su capacidad aprovechando cabalmente la potencia disponible. La incorporación de nuevos vehículo más ágiles, modernos y versátiles relegó al D.E.1 a ramales secundarios, hasta su definitiva radiación a comienzos de la década de 1960. [Ir a la segunda parte]