La negociación por la adquisición de las empresas ferroviarias extranjeras a mediados de la década de 1940 incluyó, en algunos casos, el reemplazo de locomotoras con cierta antigüedad por otras de nuevo diseño y mejores prestaciones. Tal es el caso de las 30 locomotoras que la administración británica del Ferrocarril Sud encargó a la Vulcan Foundry en 1948 y fueron puestas en servicio en 1949, ya bajo la órbita del Ferrocarril Nacional General Roca.
Se trataba de una versión modernizada de la clase 15A, con un menor peso por eje y ciertas mejoras en el diseño como ser cilindros con paso de escape en forma fluida, cajas de ejes con cojinetes interiores en los bogies de la locomotora y ténders más livianos con cajas de ejes con cojinetes a rodillo. Contaban con un eficiente sistema de escape que fue probado en una de sus predecesoras con tan buenos resultados que la reforma se extendió al resto de la serie y a doce unidades de la clase 12K.
Clasificadas como clase 15B y numeradas 1561 al 1590, contaban con cilindros de expansión simple de 495 mm de diámetro por 711 mm de carrera con una presión de vapor de 225 libras por pulgada cuadrada equivalentes a 15,5 atmósferas. Su peso máximo rondaba las 149 toneladas de las cuales 65,2 tm correspondían al ténder donde se almacenaban 27.300 litros de agua y 11,6 toneladas de petróleo equivalentes a 12.900 litros. Con un peso adherente de casi 62.000 kg y ruedas de 1720 mm de diámetro lograban un esfuerzo de tracción de 13.620 kg al 85% de la presión máxima del vapor.
Fueron afectadas a diversos servicios en vía principal, destacándose durante varios años en el servicio de fruta desde el valle de Río Negro remolcando trenes de más de 1000 toneladas operando con horarios de trenes de pasajeros y corriendo mayormente por vía sencilla. Con la posible excepción de uno o dos de los trenes de pasajeros más rápidos del Roca, las 15B habían probado ser más que capaces para arrastrar todo tipo de trenes por toda la red con notable economía de combustible y mantenimiento.
Cinco unidades recibieron nombres como era práctica habitual en aquellos años, el que constaba en una placa debajo del número. Éstas fueron las Nro. 1561 a 1664 y la 1566, que se denominaron «General Perón», «Eva Perón», «Coronel J. F. Castro», «1 de marzo» y «4 de junio» respectivamente, y fueron fueron removidas luego del golpe institucional de septiembre de 1955.
Preservación
Dos locomotoras de la clase 15B han sobrevivido al impiadoso soplete del progreso. La primera de ellas, Nro. 1567, fue recuperada en la déacada de 1980 por un grupo de aficionados que formaron el «Ferroclub Chivilcoy» y tuvo una activa participación en la corrida de trenes charter para aficionados extranjeros y diversas producciones audiovisuales a principios de la década de 1990. Luego de ello, ante la necesidad de una reparación profunda quedó depositada en el taller Mechita (en la localidad de Bragado) y recientemente fue trasladada a la sede del Museo Nacional Ferroviario en Retiro con miras a su puesta en valor. La otra unidad (Nro. 1587) se encuentra en custodia del Ferroclub Argentino en su Centro de Preservación Remedios de Escalada esperando a resguardo su futura restauración.