En su reconocida obra British Steam on the Pampas (un compendio de la tracción a vapor en el ferrocarril Sud/Roca) Douglas Purdom señala acertadamente: «-no es sencillo determinar cuál fue la mejor locomotora de la flota de un gran ferrocarril como el Sud. Sin embargo, de acuerdo a la experiencia de buena parte del personal operativo y de mecánica que trabajó a diario en ellas, la clase 12E bien podrían haber merecido el título».
La serie estaba compuesta por 20 locomotoras construidas por la Vulcan Foundry entre 1927 y 1928 (numeradas por el 3911 a 3930) más una locomotora adicional incorporada con el número 3931 luego de ser exhibida en la Exposición del Comercio británico llevada a cabo en Buenos Aires en 1931.
Se trataba de locomotoras tricilíndricas de rodado 4-6-2 especialmente diseñadas por la oficina técnica del FCS -a cargo del prolífico Ing. Pedro C. Saccaggio- para el servicio de trenes expresos de pasajeros, algo que revelaban sus enormes ruedas de casi dos metros de diámetro. Contaban con dos cilindros externos de 482,6 mm de diámetro y uno interno de 444,5 mm de diámetro con una carrera común de 660,4 mm y estaban equipadas con recalentador y quemador de petróleo. El barril de la caldera era de 1727,2 mm de diámetro, la superficie de emparrillado era de 2,722 m² y la presión de trabajo de 14,06 kg/cm². Llegaron equipadas con bombas Weir y precalentadores de agua, elementos que fueron progresivamente eliminados con los años.
Durante los años ’30, se hicieron varios ensayos para mejorar su rendimiento con buenos resultados. Algunas locomotoras fueron equipadas con todos los cilindros de 444,5 mm de diámetro y con válvulas de carrera larga, y la mayor parte de la clase recibió tubos de escape dobles y chimeneas. A solicitud del personal de conducción, además, se colocaron deflectores de humo para corregir un ligero escape que dificultaba la visibilidad.
En 1936, cuando J. Rea había sucedido a Saccaggio en el cargo de Ingeniero en Jefe, cuatro máquinas (3913, 3914, 3921 y 3930) fueron equipadas con calderas de la clase 15 del FCO, tipo que más tarde fue adoptado en el FCS para sus clases 12K, 15A y 15B. Esta era del mismo diámetro que la original, pero con cajas de fuegos más largas, con la placa trasera de entrada de combustible inclinada y con una superficie de emparrillado aumentada a 3,03 m². Este cambio fue útil porque dejó como resultado cuatro calderas de repuesto para las locomotoras restantes, y también para las locomotoras de carga de la clase 11C, más numerosas.
A pesar de ser locomotoras tricilíndricas recibieron siempre un mantenimiento liviano y el kilometraje mensual era considerablemente alto como resultado de los considerables trayectos que recorría. El expreso nocturno de Bahía Blanca a veces cargaba más de 20 vehículos, en su mayoría pesados coches dormitorios y restaurantes alcanzando en ocasiones 800 toneladas que las 12E traccionaban sin inconvenientes. Durante la temporada veraniega de 1966/67 las 12E inspiraban más confianza que algunas de las modernas locomotoras diesel, por lo que su presencia fue habitual en los expresos a Mar del Plata, Tandil, Bahía Blanca.
Al menos una de ella, la 3922 (General Güemes) fue equipada con eyector de vapor y frenos de aire comprimido para poder ocuparse del legendario tren El Marplatense.
Sobrevivientes
Dos unidades de esta serie sobrevivieron al implacable soplete del progeso. La primera de ellas (3913) fue trasladada a Ing. White para ser expuesta en un espacio contiguo al que ocupaba el edificio de la estación donde aún yace, expuesta a los elementos, resignada a un ominoso destino de óxido y olvido. La segunda (número 3925) corrió mejor suerte: tras una larga estadía en Empalme Lobos fue rescatada por el Ferroclub Argentino que en su Centro de Preservación Remedios de Escalada se abocó a un esmerado trabajo de restauración devolviéndole el brillo de sus años de esplendor.
Fuentes consultadas:
- Purdom, D. S., British Steam on the pampas. MEP, Londres, 1977 (Traducción: Roberto O. Buccella).