
Habiendo desarrollado las características y actuación de los vehículos de trocha ancha nos resta hablar ahora de sus pares incorporados por el Ferrocarril Nord Este Argentino (de trocha media). Aquí la historia es bastante más acotada: fueron apenas ocho vehículos que respondían a una tipología única, contando con un compartimento de segunda clase con capacidad para 34 pasajeros, un pequeño furgón de encomiendas y un baño de reducidas dimensiones que se alojaba en un extremo, junto a la cabina de conducción. Exteriormente, la diferencia más notoria con los del Sud y Oeste era la ausencia de puerta de comunicación en los frentes por haber sido concebidos para operar de forma individual.

Una vez llegado allí fue guardado dentro del galpón esperando su recuperación lo que, desafortunadamente, nunca llegó a concretarse. El empuje que el proyecto gozó en un principio se diluyó y el coche quedó guardado esperando mejores vientos. Finalmente, la desaparición de la empresa TEA motivó el retiro del galpón de todo el material que allí se encontraba, por lo que esta pieza histórica se encuentra hoy nuevamente a la intemperie con serio riesgo de desaparecer definitivamente.
Los veinte
En realidad no fueron veinte, sino apenas once los locotractores que la misma administración encargó en 1939 para el ensayo de esta forma de tracción en playas de maniobras. Al igual que los coches motor fueron construidos por la United Electric en su planta de Preston y equipados con el Gardner 6LW de 102 HP (un auténtico todoterreno).
Numerados DM21 al 28 los del Sud, y DM 41 a 43 los del Ferrocarril Oeste, su decoración en negro los emparejó con las locomotoras de vapor con las que compartían la vía. Recién a mediados de los ’70 los que permanecían activos recibieron la decoración en rojo/amarillo característico de Ferrocarriles Argentinos, entre ellos el DM 26 que fue rescatado por el Ferroclub Argentino y ya se encuentra en proceso de restauración en CDP Remedios de Escalada.
